lunes, 11 de febrero de 2008

A veces la distancia entre dos personas no la marcan precisamente los kms marcados en una señal de carretera, ni un metro enrollado con forma de caracol.

La distancia más larga puede llegar a acortarse hasta el punto de escuchar palabras calladas atrapadas en una mirada, calor en sus palabras, en el abrazo que te ofrece aunque no lo llegue a dar… algo te dice que aunque no lo puedas ver, sus brazos serán siempre un refugio en días de lluvia...

Sin embargo, hay quien se escuda en llamar "distancia" a los pasos que él/ella misma da hacia atrás, al hasta luego que decidió cambiar por un "adiós"…

No creo en distancias interminables cuando el corazón late más fuerte que nunca… cuando tus manos o las rayas azules de tus calcetines solo saben temblar al notarla cerca…